Más de 3.000 peregrinos han participado en la 16 edición de la Fiesta de la Virgen del Quinche, patrona de Quito (Ecuador) en Torreciudad, un encuentro anual de integración que se celebra desde 2005 y reúne a familias ecuatorianas residentes en España.
Tras el parón por la pandemia, este sábado han acudido al santuario peregrinos procedentes de Aragón, Madrid, Cataluña, Valencia, La Rioja y Navarra, que han revivido con gran devoción diversas tradiciones religiosas y culturales arraigadas en las fiestas de la patrona que se celebran en su nación.
El encuentro ha comenzado a las nueve de la mañana en el Crucero, un kilómetro antes de llegar a Torreciudad, en recuerdo de la conocida “caminata” que en Quito recorren a pie los devotos hasta el santuario del Quinche durante toda la noche, como relatan desde Torreciudad.
La procesión acompañaba a la imagen de la Virgen, llevada en andas y honrada con pétalos de flores arrojados a su paso, mientras los fieles entonaban diversos cantos marianos y varios cohetes anunciaban su avance.
Al llegar a la explanada ha sonado el himno nacional ecuatoriano, que todos los presentes han entonado con gran emoción. Después han entrado en el interior del templo mientras sonaba al órgano el Himno a la Virgen del Quinche. Ahí les ha dado la bienvenida el rector del santuario, Ángel Lasheras.
A continuación, varios sacerdotes han cumplido una tradición muy querida por el pueblo ecuatoriano: la bendición individual con agua bendita de sus vehículos e imágenes religiosas. Un grupo de voluntarios proporcionaba también información a las familias participantes sobre los lugares de interés del santuario y otro grupo de jóvenes se encargaba de atender el servicio de guardería.
A las doce se ha celebrado la Eucaristía, oficiada por el rector, con el acompañamiento musical litúrgico a cargo de la organista titular del santuario, Maite Aranzabal. En su homilía Ángel Lasheras ha propuesto a los presentes “vivir una experiencia particular del amor de madre que os tiene la Virgen del Quinche. Que, al acercaros a ella, al tocarla, palpéis el cuidado que tiene por cada uno de vosotros. Disfrutad del cariño de la Virgen en este santuario, convencidos de que somos sus hijos y de que nos mira y nos quiere de un modo personal”.
Al concluir la ceremonia también ha recordado que “ella, como buena madre, nos ayuda siempre a ir a Jesús, para que esté en el centro de nuestra vida. Y eso nos tiene que llevar a cuidar de los nuestros, al amor generoso a los demás”.
La imagen de la Virgen del Quinche se ha trasladado a la escalinata en el exterior del templo y ha presidido varias danzas tradicionales ecuatorianas bailadas en su honor por grupos folclóricos como Los Yumbos, de Barcelona, Renacer andino, los Payasitos goza, goza y Abriendo caminos, de Zaragoza, y Nuevo amanecer, de Lérida. Los actos han sido amenizados por la Banda de la Virgen del Quinche de Barcelona.