El corazón de Huesca ha vuelto a latir con fuerza este domingo. La décima edición de la carrera Huesca Contra el Cáncer ha sido mucho más que un simple evento deportivo; ha sido una auténtica celebración de la vida, de la solidaridad y de la esperanza. Más de 3.300 personas se han inscrito para participar en una jornada que ha tenido como base de operaciones la Plaza de Navarra. Como ha señalado el presidente de la AECC en Huesca, José Manuel Ramón y Cajal, ha quedado claro que "el rosa es más que un color".
Desde primera hora de la mañana, se ha respirado un ambiente especial, cargado de emoción y energía. A las 10:00, la alcaldesa Lorena Orduna ha disparado la pistola que ha marcado el inicio de la carrera, dando paso a una marea humana que avanzaba con un único propósito: apoyar a quienes luchan contra el cáncer de mama y de todo el resto de tumores.
Mientras los corredores más en forma han salido disparados por las calles, cientos de personas han comenzado la marcha a su ritmo, entre ellos familias enteras, niños, abuelos, y personas de todas las edades. En la línea de salida, numerosas autoridades han querido mostrar también su respaldo, como el subdelegado del Gobierno en Huesca, José Carlos Campo, el vicepresidente de la DPH, Ricardo Oliván, y la presidenta de la comarca, Mónica Soler, además de un buen número de ediles de la corporación local. Junto a ellos y además de Ramón y Cajal, se encontraba Javier Cruz., el director de la entidad organizadora, la Fundación Alcoraz.
Los voluntarios de la AECC han llenado la plaza, ofreciendo, con su inconmensurables generosidad, como siempre, información, apoyo, diverso merchandising y avituallamiento. Además, había un puesto de Loa y Supermercados Altoaragón, que han recaudado 2.000 euros para la Asociación, gracias a unas pajaritas con chocolate rosa que estaban deliciosas. Por otro lado, la animación ha corrido a cargo de deToño Laguarta y la música, de Sonido 54 con Roberto Latre. Ambos, inconmensurables.
El sol ha brillado en lo alto, y con una temperatura perfecta, el tiempo ha regalado una mañana que parecía diseñada especialmente para la ocasión. Todo ha conspirado a favor de este día que, aunque es de lucha, también ha sido de alegría y de unión.
Entre la multitud, se han visto rostros que contaban historias de superación. Había personas que aún combaten el cáncer, otras que lo han dejado atrás y también muchos amigos y familiares que han querido acompañarlos una vez más en este camino. Esta décima edición ha vuelto a demostrar que Huesca no quiere dejar a nadie solo en este proceso.
La mañana ha concluido con la entrega de premios a los corredores ganadores y el sorte de regalos de varios comercios y empresas locales. Para esta última labor, se ha contado con la colaboración de un grupo de jóvenes de la Asociación Down Huesca. En categoría femenina, las primeras en entrar han sido, por este orden, Andrea Castán Usón, Aitana Escar Consejo y Lucía Lafarga Lloro; en masculino: Víctor Calvo, Carlos Luis López y Rubén Latre.
Al final, cuando los últimos participantes han cruzado la línea de meta, las sonrisas y los abrazos han sido los grandes protagonistas. Las calles han vuelto a la calma, pero la huella de este día ahí queda.