El volteo de la parrilla de longaniza más grande del mundo ha atrapado las miradas de los miles de participantes en la Fiesta de la Longaniza de Graus, que esperaban este momento álgido de una celebración que arrancó este viernes con tapas y música y ha continuado este sábado con numerosos actos para acoger al visitante y poner en primer plano la tradición gastronómica de este territorio.
Treinta y tres años han pasado desde que en 1991 naciera la Fiesta de la Longaniza de Graus, una celebración que en este tiempo ha ido creciendo con la audacia de sus promotores y la implicación de toda la localidad y que se mantiene como una cita singular que atrae la atención de miles de personas.
La fiesta organizada por la Asociación de Fabricantes de Longaniza de Graus -integrada por las empresas Aventín, Melsa y Casa Maella-, en colaboración con el Ayuntamiento de Graus, la Comarca de Ribagorza y la Asociación de Mujeres Santa Águeda, posee desde 1996 posee el Récord Guinness de la parrillada de longaniza más grande del mundo y está declarada Fiesta de Interés Turístico de Aragón desde 2013.
Con estos ingredientes, la localidad se ha llenado de público, con la participación de unas 6.000 personas, para compartir este espectáculo que se extiende por las calles céntricas de Graus. Ha arrancado a las 11 horas con el XXIV Mercado del Artesano y Nuevos Creadores Arte y Crea, con gran variedad de productos, que ha animado la jornada hasta la noche.
A la misma hora, se ha abierto el concurso de rodeo, una de las novedades de esta edición, en la que el toro mecánico ha sido sustituido por un más acorde cerdo mecánico de Mazana. La diversión ha acompañado el reto de aguantar más tiempo a lomos del porcino para alzarse con alguno de los premios.
Ya por la tarde se ha iniciado ante el público el embutido de la longaniza por parte de integrantes de la Asociación de Mujeres Santa Águeda de Graus, que se encargan de esta labor imprescindible que atrae mucho interés. El trabajo supone embutir con gran destreza 1.000 kilos de este producto, que luego se ha introducido en la parrilla.
La actividad ha incluido también la recepción en el Ayuntamiento de las autoridades y la tastadora Mari Pau Huguet, que será durante los próximos doce meses la embajadora de este producto, para difundir la calidad de la longaniza de Graus, el interés turístico de la localidad y su comarca, así como sus tradiciones. Huguet ha recibido la Parrilla de Bronce, un emblema de colaboración y unión. El presidente de la Diputación Provincial de Huesca, Isaac Claver, ha acompañado al alcalde de Graus, José Antonio Lagüens, el presidente de la comarca, Roque Vicente, y miembros de la Asociación de Fabricantes de Longaniza de Graus, que presiden Mariano Ciutad.
Claver ha asegurado que "es una de las fiestas más emblemáticas del Alto Aragón que nos identifica como provincia, un ejemplo más del talento y la tradición y el orgullo rural que nos caracteriza".
Tras estos actos, se ha iniciado ante todo el público congregado la cocción de la longaniza en la parrilla de 25 metros cuadrados, sujeta con una grúa. El producto se asa sobre la brasa elaborada con 950 kilogramos de carbón vegetal procedente de Castigaleu y que produce Antonio Bellera, y la parrilla se va moviendo, siguiendo las órdenes de Ángel Sin para que todo salga a la perfección. El momento más esperado ha sido el volteo de la gran parrilla con la grúa, unos instantes que mantienen la tensión y despiertan la admiración de los asistentes.
Posteriorme se ha procedido al tasteo de la longaniza y se han repartido los 1.000 kilos entre el público en una degustación gratuita.
La fiesta ha finalizado igual que comenzó el viernes con el Longaniza Fest en el Centro Cultural Gradense, donde compartir originales tapas elaboradas con la longaniza local y productos de Aragón y disfrutar de la música, en esta ocasión con la actuación de Julia Cruz Sesé.