Cruz Blanca inicia una nueva actividad en Huesca, un Cine Fórum Social que tiene entre sus objetivos sensibilizar y generar en la población una conciencia sobre diversas problemáticas y hacerlo utilizando el poder del cine para transmitir realidades. El proyecto se lleva a cabo en colaboración con el Festival Internacional de Cine de Huesca y tiene vocación de continuidad, con cuatro citas al año.
La primera es el jueves 14 de noviembre en el Teatro Olimpia y consta de la proyección del cortometraje Los armarios no se vacían solos, de Paula Labordeta, y la película La isla interior, dirigida por Félix Sabroso y Dunia Ayaso, que abordan el duelo tras la pérdida de un ser querido y la salud mental. Tras el visionado de las cintas, se abrirá un coloquio en el que participarán Paula Labordeta, Lucía Torner, psicóloga de la Casa Familiar de Cruz Blanca y coordinadora del Centro de Escucha de esta entidad, el psiquiatra Daniel Pérez Tausia y Estela Rasal, directora del Festival Internacional de Cine de Huesca. Las entradas ya están a la venta en el Teatro Olimpia con un precio de 6 euros.
El Cine Fórum de Cruz Blanca se ha presentado este miércoles con la participación de Ana Gota, directora de la Casa Familiar de Cruz Blanca en Huesca, la psicóloga Lucía Torner, Estela Rasal y Rubén Moreno, gerente del Teatro Olimpia y miembro de la Fundación Anselmo Pie Sopena, quien ha trasladado que es un placer acoger estas proyecciones sociales y apoyar este evento, ha dado las gracias a Cruz Blanca y al festival porque hayan querido contar con el Teatro Olimpia y ha esperado que este espacio ayude a llegar a más público y al éxito de la actividad.
Ana Gota ha recordado la labor que desarrolla la Casa Familiar San Lorenzo, la Fundación Cruz Blanca y el Centro de Escucha D. Javier Osés, en la que se enmarca este nuevo proyecto de Cine Fórum Social. “Nace con grandes objetivos”, ha señalado, entre ellos, “dar a conocer nuestra entidad y los colectivos de personas a los que atendemos, acercándolos a la sociedad, dándoles voz y tratando de romper el estigma”, ha señalado Gota. Asimismo, se pretende “sensibilizar y generar conciencia en la población sobre diversas problemáticas sociales que están más cerca de nosotros de lo que muchas veces imaginamos y que afectan no solamente las personas que atendemos, sino a cualquiera de nuestro entorno”. Finalmente, se quiere “ofrecer esperanza a quienes sufren, mostrándoles que no están solos y que pueden buscar ayuda en su entorno. En el ámbito local tenemos muchos recursos que pueden prestar esta ayuda”, ha añadido.
El ciclo tendrá una periodicidad trimestral y contará con proyecciones enfocadas en temáticas sociales de “máximo interés”, como discapacidad intelectual, física y sensorial, enfermedad mental, enfermedad crónica, personas mayores, adicciones, trata de seres humanos, prostitución, inmigración, personas sin hogar, prevención del suicidio, duelo y acoso escolar.
Se contará con “cortometrajes y de largometrajes de gran prestigio” y “tendremos la oportunidad de escuchar a diferentes profesionales y generar reflexión y debate”, ha explicado. Ha agregado que Cruz Blanca está abierta a la colaboración de instituciones o empresas para garantizar la sostenibilidad económica en el tiempo de este proyecto.
El cartel del Cine Fórum de Cruz Roja, obra de Alfredo Garzo, muestra un faro sobre un cielo nocturno estrellado. “Este faro representa el papel fundamental de Cruz Blanca Huesca como guía y apoyo para las personas a las que atendemos, quienes a menudo se encuentran desorientadas en un mundo complejo y lleno de desafíos personales. Es ese faro que todos necesitamos en algún momento complicado de nuestras vidas”, ha trasladado Gota.
Por su parte, Lucía Torner ha profundizado en la importancia terapéutica y social que busca lograr esta iniciativa. “Nuestro objetivo es utilizar el cine como una herramienta potente para poder abordar temas tan complejos que afectan a nuestros residentes de la Casa Familiar y a las personas que acuden al Centro de Escucha y poder acercarlos a la sociedad en general, porque en ocasiones es difícil que lleguen”, ha constatado.
Como ha explicado, a través de estas proyecciones y del posterior debate y coloquio, “lo que pretendemos es concienciar a la sociedad, dar visibilidad y hacerlo desde la empatía, generando esa comprensión hacia estas situaciones de vulnerabilidad que aunque a veces no nos afecten a nosotros, siguen existiendo y como sociedad formamos parte de su solución y somos responsables”.
“Lo que esperamos con este ciclo -ha añadido Torner-, no solo es informar, sino también que inspire, que ofrezca consuelo a quien lo necesite. Que si hay alguien que las está viviendo estas problemáticas, que sepa que no está solo, que hay otras personas que pueden estar viviendo estas realidades, que existen recursos que están disponibles para que se sientan acompañados”.
Estela Rasal ha apuntado que “el cine es una herramienta terapéutica y de prevención”, un poder que el Festival Internacional de Cine quiere aprovechar. Como ha recordado, en su vertiente social ya realiza iniciativas y también quiere salir de las fechas oficiales y seguir realizando actividades durante el año, con una labor de continuidad, que ya se ha puesto en marcha en colaboraciones con la Asociación Española Contra el Cáncer. “Cuando nos propusisteis este proyecto era imposible decir que no, porque a nosotros nos interesa también”, ha señalado. “Ahora tendremos que ir encontrando películas que reflejen todo lo que queremos contar”, ha añadido.
Rasal ha señalado que el cortometraje Los armarios no se vacían solos, dirigido por Paula Labordeta, está interpretado por Ana Labordeta y producido por Ángela Labordeta –“producto Labordeta cien por cien”-. “Aborda todos los sentimientos asociados y la gestión del duelo tras la pérdida de un ser querido”, ha apuntado. El largometraje elegido ha sido La isla interior, de Félix Sabroso y Dunia Ayaso, con Candela Peña, Alberto San Juan y Geraldine Chaplin en el reparto. La cinta “resulta ahora más actual en esta época cuando se produjo, en 2015”, ha indicado Estela Rasal, y ha apuntado que “la trama narra la historia de una familia que tiene miedo a heredar la esquizofrenia del padre”.
Posteriormente, se realizará un coloquio de una media hora “en el que trataremos todos estos temas desde el punto de vista social y también cinematográfico”, ha indicado, que contará con Paula Labordeta, Daniel Pérez Tausia, psiquiatra del hospital provincial, Lucía Torner y la propia Estela Rasal, quien ha esperado que el ciclo “tenga continuidad y nos ayude a que seamos una sociedad cada vez mejor”.
CENTRO DE ESCUCHA
Por otra parte, Lucía Torner ha explicado que en el Centro de Escucha se acompaña a cualquier persona que lo necesite. “Estamos a disposición de quien esté viviendo una situación de malestar emocional, de dificultad personal, que en un momento dado generan que se desborde, se bloquee, no sepa cómo seguir adelante y que, por mucho que tenga amigos, familiares, pareja, en ese momento no son las personas adecuadas para acompañarlo”.
Como ha trasladado, se busca “poder actuar como un paraguas hasta que llegue esa ayuda que en ocasiones se necesita más específica, psicológica o psiquiátrica, y a la que tanto está costando poder acceder -ha lamentado- porque hay un colapso total. En ocasiones acuden a nosotros personas que han solicitado una cita psiquiátrica o psicológica hace seis meses o un año y todavía no ha llegado. Cuando alguien pide ayuda -ha recalcado- normalmente debería haberla recibido antes de ayer, porque también necesitamos hacer un proceso de aceptación de lo que nos pasa y pedir apoyo no siempre es fácil. Cruz Blanca quiere ocupar ese espacio en la sociedad ante una necesidad que no está viéndose respondida porque no llegan las instituciones y la sanidad pública”, ha lanzado.