Félix J. Montón Broto se ha ido con su discreción proverbial y con un trocito de excavación de La Codera bajo el brazo para analizarla en su tránsito hacia otros lares que no son de este mundo. Ha fallecido a los 76 años después de una enfermedad que, durante unos meses, le ha impedido dedicarse a lo que siempre ha cultivado en vida. Y sabido es que, en la pérdida del sentido que buscamos a cada instante, la existencia se escapa resbalando entre las manos. Aquí ha dejado, al cargo de sus recuerdos y de su prolífica obra, a su mujer, Concha, a su hija Claudia y a un batallón de discípulas y discípulos a los que entregó sus conocimientos, su tiempo y su entusiasmo por el descubrimiento de lo más profundo de la evolución del ser humano.
Doctor en Historia por la Universidad de Zaragoza, profesor agregado de Bachillerato, catedrático de Secundaria, arqueólogo, formador de formadores en Didáctica de las Ciencias Sociales por la Complutense, desde 1972 a 1979 ejerció la docencia en el Instituto de Bachillerato "Ramón Berenguer IV", de Amposta (Tarragona), de 1979 a 1994 en el Instituto de Bachillerato "Ramón J. Sender", de Fraga (Huesca) y de 1994 a 2007 en el I.E.S. "Sierra de Guara", de Huesca. Entre los cursos 1989 y 1991 fue Formador de Formadores en Didáctica de las Ciencias Sociales para la Provincia de Huesca. Y en el periodo 1991-1994 desempeñó la función de Asesor de Enseñanzas Medias, con destino en la Extensión del C.E.P. de Monzón en Fraga.
Más allá de otras funciones como la de profesor tutor de la UNED de Tortosa, Tarragona (1974-1979) y de 1983 a 2007 coordinador de la Facultad de Geografía e Historia del Centro de la UNED de Barbastro, fue profesor Tutor del Centro para las asignaturas de Prehistoria, Arqueología e Historia Antigua, y asistió a congresos múltiples como ponente y participante.
Pero ante todo Félix Montón ha derrochado su pasión a través de la acción en la arqueología. Ha dirigido 35 excavaciones en espacios como Poblado de Valdeladrones, en Candasnos (Huesca), *Poblado de Valdepatao, en Zafranales (Fraga), en el solar de la UNED en Barbastro, en El Conejar de Argavieso y en el poblado y necrópolis de La Codera (Alcolea de Cinca).
Es autor de varias monografías sobre Arqueología e Historia Antigua y ha colaborado en otras obras colectivas, además de firmar un centenar de artículos sobre epigrafía y arqueología, especialmente sobre la Edad del Bronce, arqueología romana y arqueología islámica. También ha sido comisario en exposiciones relacionadas con las excavaciones arqueológicas oscenses. Fundador y Director de la revista Annales del centro de la UNED de Barbastro de 1983 a 2001, ha sido presidente de la Asociación de Amigos del Museo de Huesca (que no en vano en sus tiempos se denominaba Museo Arqueológico).
Si hubiera que definir su obra maestra, la que ha ocupado más de una tercera parte de su vida, Félix Montón escogería La Codera, un conjunto de nacimientos que van desde la Edad de Bronce hasta la Ibérica, pasando por la de Bronce Final y la del Hierro. Ahí ha descubierto progresivamente las características del poblado y de necrópolis que datan desde finales del siglo VII antes de Cristo y la quinta centuria a. de C.
La Codera es una joya que demuestra la capacidad de adaptación de los pueblos a la morfología de sus lugares de residencia, en planta alargada y cerrado por una muralla de cuarenta metros de largo y cuatro de ancho protegida por una torre cuadrangular central y dos semicirculares laterales. El urbanismo se dispone en torno a dos calles en forma de T, una transversal y otra longitudinal.
Como diría la santa, cada día en la Codera ha tenido su afán y, de hecho, objetos de las excavaciones son expuestos en el Museo de Huesca y sirven como lección para conocer la evolución de nuestra historia desde tiempos inmemoriales.
Sofía Seguí, cuya tesis sobre La Codera ha dirigido Félix Montón, padece este miércoles 12 de julio una sensación de orfandad en un baño de tristeza. "Félix ha sido siempre muy generoso al impartir sus conocimientos como doctor y profesor, muy entusiasta en las excavaciones, y un gran investigador". Su pasión se refleja en "que ha estado excavando hasta el pasado año. Con 75 años, todos los días nos enseñaba algo. Una persona muy entregada, siempre pensando en ayudar a los demás".
Félix J. Montón Broto se ha marchado con su discreción de siempre. Con sus ganas de pelear por la cueva de Chaves y por Zafranales y, sobre todo, por La Codera. En el funeral de este 13 de julio a las 11 horas en la Parroquia de San Lorenzo, todos sus amigos reconocerán el aroma de su grandeza, que es el espejo de nuestra historia más profunda. Descanse en paz. Hacia otros estadios se lleva un pedazo de terreno para seguir excavando.