La ermita de Jara ha celebrado su romería con una homilía oficiada por el consiliario, Fernando Altemir, con una mezcla de fervor religioso, de aprecio a la tradición y de disfrute de buenos bocados porque se degustan compartiendo. Concejales como Gemma Allué, José Miguel Veintemilla y Susana Oliván han participado en la celebración.
Fernando Altemir ha recordado que esta romería era de labradores y, cuando la vida era "menos complicada", se celebraba el lunes, al día siguiente de la "segunda Pascua, y el domingo pasado fue Pentecostés. Se acudía a María para agradecer y para decirle que entre todos los frutos que el Espíritu Santo ha derramado en la humanidad, ella ha sido acreedora del mejor, bendito el fruto de tu vientre, Jesús". La Palabra se hizo hombre, ha agregado.
Ha vinculado la celebración con la Virgen María, "templo y sagrario de la Santísima Trinidad", cuya fiesta hoy se celebra. No hizo preguntas, sino le bastó escuchar al Señor "para decir que sí". "Madre del Hijo al que vio nacer en unas circunstancias no deseadas, al que vio predicar en medio de la incomprensión de los suyos.
Ha concluido el sacerdote pidiendo que la Virgen, Nuestra Señora de Jara, "interceda por todos nosotros" y singularmente en tiempos de desánimo y de tribulación.
Nino Gracia, prior de la Cofradía de Jara, ha manifestado su satisfacción por el desarrollo de la romería en este templo cuya restauración completa fue culminada en 2006, aunque nunca se ha dejado de celebrar este encuentro. Cuando estaba en ruinas, se realizaba en Santa Lucía. En tiempos de obras, en la explanada y a partir de ahí, como este domingo, dentro de la ermita.
Nino Gracia, que ha sido reelegido como prior dentro de la nueva junta tras la renovación estatutaria, destaca que hay enrtre 200-250 cofrades. "Seguimos cobrando a la vieja usanza, seis euros al año y se recoge en la romería"