La asociación Salvando Huellas ha decidido recurrir al Defensor del Pueblo por la "situación de injusticia" que desde hace años están padeciendo los gatos "ferales" y las propias voluntarias con "el trato humillante y los problemas" que sufren sin obtener una solución por parte del ayuntamiento.
Asegura Salvando Huellas que lleva meses explicando al Ayuntamiento la realidad del voluntariado de las colonias felinas y el "maltrato que sufren los gatos ferales, sin obtener ni una solución ni tan siquiera una respuesta a nuestros ruegos".
Afirman que el consistorio está incumpliendo la Ley de protección de los derechos y bienestar de los animales, lo que implica no sólo maltrato a los gatos sino también "un olvido a todas las personas que respetamos y protegemos la dignidad de los animales".
Agrega que los gatos "malviven" en las calles "a la vista de todos, sin comida, sin lugar donde resguardarse. Es necesario que se comprenda que, como cualquier animal, sienten frío, hambre, miedo, dolor, la muerte de sus crías y la lucha por sobrevivir".
DIFÍCIL MOMENTO PSICOLÓGICO
Incide la asociación en que las voluntarias están "pasando un momento difícil, psicológica y moralmente. Algunas alimentadoras están siendo amenazadas por alimentar a sus colonias felinas, a otras les tiran diariamente la comida y el agua, lo que supone un elevado gasto económico que pagan de su bolsillo, lo cual es inasumible".
De ahí que pide sensibilización a la ciudadania para que ayude a que el "ayuntamiento tome las medidas necesarias para cumplir con la nueva ley en relación a los gatos ferales y animales abandonados".
En un documento, Salvando Huellas reclama más presupuesto anual del CER (Captura, Esterilización y Retorno), que considera que es insuficiente incluso para lo más urgente, y cifra en una quinta parte los felinos que pueden entrar en este programa. El censo de la asociación a enero de 2024 era de 14 colonias con 105 gatos, de ellos 82 sin castrar y este ejercicio sólo se ha podido hacerlo con otros 22.
Pide además reuniones frecuentes con el ayuntamiento para una comunicación que atienda los problemas y necesidades en las colonias para encontrar soluciones conjuntas, para coordinar mejor el Área de Medio Ambiente y la clínica veterinaria concertada y para aumentar el número de iglús para la comida, actualmente cuatro de las 15 colonias existentes. Reivindican la actualización cada seis meses del censo de colonias y la entrega del carné de alimentador para los nuevos voluntarios, además de una difusión del programa CER para que la ciudadanía esté concienciada.