"Perdido Agaporny. Zona Ramón J. Sender-Torremendoza-Travesía Ballesteros. Contactos: 629708652-665350837". Es el cartel que han repartido por distintas tiendas del barrio -a este diario se lo comunica Cristina Luque, de El Rinconer- una madre y su hijo que han sido su familia de adopción desde que un hermano del segundo lo encontró en Barcelona...
Bueno, para ser más certeros, quien encontró al hermano fue el exótico pájaro, que se depositó sobre su mano en Barcelona. Y es que los agaporny, que tienen una merecida fama de especie extraordinariamente sociable, escogen a sus compañeros de esa manera sutil... o eso dice la literatura sobre este animal.
El caso es que, una vez adoptado, hizo el recorrido de la ciudad condal a Huesca, donde durante casi un lustro ha sido compañía agradable de madre e hijo. Repentinamente, este martes le echaron en falta. Fue un "escapismo Houdini". De alguna manera, se escabulló por el hueco del comedero, pero se apañó para dejarlo como si no hubiera utilizado esa escapatoria. Desde entonces, han recorrido tods las calles del entorno de San Martín, en la confianza de que esté comiendo o descansando en algún árbol o jardín.
Las tesis son variadas. Una es que simplemente se haya tomado "unas vacaciones" y vuelva al reencuentro con la familia. El nivel de esperanzas es limitado. Otra, que igual que hizo con el hermano del adoptante en Barcelona, haya escogido otro amigo depositándose en su mano y haya cambiado de domicilio. Otra, tampoco descartable, que haya decidido volar a espacios más remotos, y es que este pequeño animal exótico, en puridad, es capaz de aletear durante kilómetros a una velocidad considerable -hasta 48 por hora-, aunque es improbable que habiéndose acomodado a la comodidad doméstica haya recorrido tanto.
El caso es que se busca Anaporny, el bien llamado pájaro del amor por su carácter mimoso y afable. Si lo encuentran, piensen que una familia suspira por su retorno.