Reconocer la gran labor de los docentes en la formación de nuevas generaciones de binefarenses es el argumento del veredicto de la segunda edición de los Premios Semilla, que creó el año pasado el Ayuntamiento de Binéfar para homenajear a personas, grupos o colectivos ligados a la cultura y la educación en el ámbito local. Sesenta y cinco docentes, mujeres y hombres, que ejercen o han ejercido en algún momento en los centros de educación infantil, primaria o EGB de Binéfar, han recogido sus reconocimientos en el Centro Cultural y Juvenil de la localidad.
El homenaje ha sido presidido por Alfonso Adán, alcalde de Binéfar, al que han acompañado Olga Alastruey, directora general de Personal del Departamento de Educación, Cultura y Deporte del Gobierno de Aragón, y Juan Carlos García, concejal de Cultura, Educación y Deporte del Ayuntamiento de Binéfar. El primer edil ha recordado que “la educación es la base de toda sociedad, fundamento esencial de nuestra evolución como ciudadanos. Todos vosotros sois elemento primordial que potencia y motiva, transmitiendo conocimientos, saberes, experiencias, habilidades y valores o, lo que es lo mismo, educando”. Alfonso Adán ha lamentado que esta tarea, “aun siendo esencial, hoy en día no suele estar lo suficientemente dignificada”, y ha abogado por “no dejar que desaparezcan nuestros valores y otorguemos a esta profesión el reconocimiento del que, muy merecidamente, siempre ha gozado”.
Alfonso Adán, Juan Carlos García y Olga Alastruey han entregado los galardones que simbolizan este reconocimiento a todos los docentes y que quedarán depositados en los tres centros de educación infantil y primaria que hay en Binéfar, por lo que han sido los directores –Daniel Lloret (CEIP Víctor Mendoza), Sonia Penella (Colegio Virgen del Romeral) y Luis Morillo (CEIP Katia Acín)- los que los han recogido. A los docentes homenajeados –que se habían inscrito previamente para participar en este acto- se les ha hecho entrega de un diploma personalizado, que integra la poesía “Educar”, de Gabriel Celaya, una ilustración alegórica, al que se ha sumado un recipiente con una semilla de planta de menta, que en el lenguaje de las flores simboliza la sabiduría, la fuerza y los sentimientos cálidos.
Juan Carlos García ha puesto el énfasis en los recientes hitos de Binéfar en educación, como la creación de la sede local de la UEZ, la sala de estudios 24 horas, la creación del consejo municipal de Educación, el crecimiento de la Escuela de Música o el aula de acogida para madrugadores en la Escuela Infantil, entre otros. Asimismo, ha destacado la creación de crear las becas que premiarán a los mejores estudiantes de la ESO, Bachillerato y FP. Por último, a los docentes asistentes al acto, el concejal de Educación les ha agradecido que hayan “cultivado la semilla en muchas generaciones y hoy, como dijo Gabriel Celaya, enarbolamos vuestra bandera. Los docentes somos lo que nuestros alumnos llegan a ser”.
Por parte de los docentes, han intervenido Daniel Lloret, Luis Morillo y Sonia Penella, quienes han agradecido este reconocimiento en nombre de todos sus colegas. Penella ha señalado que “este reconocimiento nos hace mucha ilusión, pero el mayor regalo es poder acompañar a nuestros alumnos y alumnas en ese camino de aprendizaje que es la vida, y verlos cumplir sus sueños, porque cada uno de ellos deja una huella en nosotros que va formando nuestro corazón de maestro”. Los CEIP Víctor Mendoza y Katia Acín han leído un texto conjunto en el que han incluido en la felicitación “al resto de personas que son parte esencial de los centros educativos como personal de administración, conserjería o cocina”, y han expresado su deseo de que “este reconocimiento sirva para recordar que esta semilla que hoy se planta aquí sea un punto de inflexión para que todos juntos cuidemos esa planta tan importante que es la educación”.
Ha cerrado el acto Olga Alastruey, para quien “la profesión docente es una tarea compleja porque han cambiado las condiciones en que se desarrolla y porque las necesidades de aprendizaje son cada vez mayores y más ambiciosas las metas, por lo que la sociedad demanda a las personas. Estamos en un punto en el que aprendemos cosas todos los días de la vida, en un proceso continuo tanto social como individualmente. La escuela fue en origen instructiva y selectiva y hoy la queremos capacitante e inclusiva. A través de la formación que se imparte en los centros educativos, los docentes son la pieza clave para conseguir esa educación integral que haga de los aragoneses personas aptas para un desempeño profesional cada vez más exigente. Como exigente es la profesión docente, que se enfrenta a un objetivo más complejo formar y cuidar de las personas”.
El galardón entregado a los centros educativos es obra de la artista local Laura Murillo, que explica cómo ha aunado “elementos cotidianos en un todo: la semilla que integra los conocimientos y valores que el profesorado de primaria ha transmitido al alumnado de Binéfar”. “El frasco de cristal del que emergen y se dispersan semillas de diversas flores, pensamientos entre ellas, dando así inicio a la labor del maestro. El clavo oxidado, representación de los alumnos, encarnando la base de toda enseñanza, configurándose como un puntal bien arraigado a pesar del paso del tiempo. La red atrapa la fórmula del objetivo cumplido”, añadía la artista.