Loporzano se ha vestido este domingo de fiesta mayor con la celebración del primer bautizo en muchos años, que ha llenado de gozo a la familia del bebé (los padres son Tomás Luna Sistac y Carlota Izquierdo 'Sarvisé') y a toda la población con la homilía oficiada por el padre Rafael Samper, amenizada por el Grupo Folklórico de La Hoya de Huesca y rematada con fiesta en los aledaños de la Ermita del Viñedo.
Que Tomás Luna y Carlota Sarvisé son artistas de los pies a la cabeza no cabe duda alguna. Más allá de las veleidades poéticas de Tomás y el virtuosismo pictórico de Carlota, les une además del amor su pasión por la equitación. Portentosos jinete y amazona. Y decidieron que Tomás de Orante (nombre inspirado en la única y esotérica ermita de San Benito de Orante, en la Jacetania) fuera cristianado llegando a la iglesia de El Salvador Loporzano en un bonito borriquillo, también iconografía cristiana. Llegó el bebé con porte juncal, muy torero, apenas sostenido en los flancos por sus padres.
Acontecimiento mayor en Loporzano, que como todos los pueblos están acostumbrados a los funerales, pero no a los bautizos. El templo estaba repleto y esto, como explica el padre Samper, ya demuestra excepcionalidad. Y gozosa. El mosén dio a la ocasión todo el simbolismo y, de hecho, presentó al bebé a la comunidad cristiana: lo elevó y pronunció "He aquí un nuevo cristiano".
Con los sones del grupo folklórico de La Hoya en los momentos marcados de la celebración, la incorporación a la comunidad cristiana de Tomás de Orante estuvo impregnada de las sabias palabras de Rafael Samper, que incluso mentó al seleccionador nacional, Luis de la Fuente, cuando respondió a una pregunta de un periodista sobre la "superstición" de santiguarse, a lo que replicó: "Esto no es superstición, es fe". Pidió a los padres que condujeran al nuevo cristiano por la senda de la virtud hasta que la asuma por su propia consciencia.
Después del oficio religioso, los invitados acudieron a la Ermita del Viñedo, donde hubo gastronomía y música (les cuesta poco sacar la guitarra, la bandurria y las voces a los Luna) hasta el atardecer (a los ojos desde el cielo de Carlos y Carmelo), tanto que el propio Rafael Samper regresó después de las fiestas de Castejón de Arbaniés y fue invitado a incorporarse... pero le esperaba otra misa. Triplete del sacerdote, pero nada importaba porque la familia Luna Sistac y la familia Izquierdo de Sarvisé eran el reflejo de una felicidad que se contagió a todo el pueblo de Loporzano y a todo el Abadiado. Felicidades.
P.D.: Tiene su sentido el nombre de Orante por aquello de la coincidencia celestial, y es que Carlos Luna había nacido un 13 de noviembre y Tomás de Orante lo hizo el 14 del mismo mes.