Un total de 220 estudiantes del Colegio Asunción Pañart de Aínsa han contribuido a embellecer el acceso al frente norte del Castillo plantando acebo, carrascas, tomillo, lavanda, lirios, romero o menta, entre otros ejemplares. Las labores de plantación se han llevado a cabo durante tres jornadas acompañados de sus profesores y de trabajadores del Taller Experiencial.
Se trata de alumnos con edades comprendidas entre los cinco y los doce años, pertenecientes a los cursos de tercero de infantil y los seis de primaria. La actividad se ha realizado en horario escolar, permitiendo que los escolares alternasen las horas lectivas dentro de las aulas con una labor comunitaria en la que sentirse partícipes de las mejoras que se emprenden en el pueblo, así como para descubrir rincones que muchos hasta el momento desconocían.
“Ha sido una bonita manera de completar los trabajos que se han realizado en la zona desde el año 2019”, explica Beatriz Gómez, directora del Taller Experiencial. “Allí se han realizado importantes intervenciones para conectar Casa Santiago y el inicio del recorrido hacia la Cruz Cubierta bordeando toda la muralla norte. El camino ya es totalmente transitable, está iluminado, pero hay zonas carentes de sombra”, apunta Gómez. De ahí que la plantación de árboles, flores y plantas con la colaboración del colegio se haya visto como una oportunidad para sacar a los pequeños de las aulas, que aprendan en el exterior y que al mismo tiempo sumen y se sientan parte de la mejora del entorno de la Villa Medieval.
“La respuesta ha sido muy positiva. Prácticamente todos los alumnos pertenecientes a estos cursos han participado, y hay que agradecer tanto a sus profesores por la buena disposición, como al personal del ayuntamiento y del Taller Experiencial por proponer la idea y por ayudarles en estos tres días de trabajos”, afirma el concejal Pep Gracia.
“Desde el ayuntamiento emprendemos diversas acciones para involucrar a los menores en la importancia de preservar nuestros recursos, del papel de la naturaleza en nuestra vida y en nuestros pueblos y de la necesidad de ser respetuosos con el entorno”, añade Gracia. Muestra de ello, el huerto ecológico escolar o el reparto de carrascas en la corrida de la Ferieta, así como el Consejo de Infancia y Juventud, donde son ellos mismos quienes proponen, entre otras cuestiones, acciones para mantener y mejorar los espacios de ocio al aire libre con los que cuenta el municipio.
En esta actividad se han plantado diversas especies vegetales acordes a la climatología y el espacio donde se ubican. El boj es protagonista, pero también los lirios, el romero, el tomillo, el rosal silvestre, la menta, la grosella, la olivilla azul, hayas y olmos. Una amplia variedad integrada por más de 70 árboles, arbustos y plantas para dar un toque de color y frescura a un tramo conocido popularmente como 'Las cagaderas de Laluisa'. Ahora, el reto consiste en cuidarlo hasta que las pequeñas plantas crezcan y aporten un extra de oxígeno y de sombra a una zona donde se ha trabajado incansablemente gracias al INAEM y al ayuntamiento de Aínsa-Sobrarbe.
Actualmente, los participantes del nuevo Taller Experiencial se encuentran inmersos en la recuperación de la muralla del frente sur, donde se estima que se van a invertir más de 320.000 euros y que concluirá en enero de 2025.