Los seres humanos repetimos nuestros movimientos a veces como unos autómatas, sin ser conscientes de lo que estamos haciendo. Sin embargo, si nos paramos un momento a analizarlos, podemos descubrir muchas cosas.
Kinaesthetics es un enfoque terapéutico y educativo que se centra en la capacidad de percibir el cuerpo y la comprensión de cómo interactúa con el entorno.
Implica una sensibilidad de las acciones musculares, el equilibrio, la coordinación, el ritmo y el tiempo, y al desarrollar esta consciencia, las personas pueden mejorar su capacidad para realizar movimientos con mayor precisión, eficiencia y control.
Se puede aplicar a habilidades físicas -como deportes, danza, o artes marciales-, y en el ámbito de la educación y la rehabilitación, para avanzar en el aprendizaje motor, la recuperación de lesiones y la terapia física.
La terapeuta ocupacional Mercedes Fernández es la única formadora en España de Kinaesthetics y reside en Zaragoza. Recientemente, impartió un taller en Huesca, organizado por la Universidad Ciudadana, y en otra ocasión explicó los pormenores de esta técnica en el Centro de Profesorado, dirigido a docentes de módulos de Atención Sociosanitaria.
Este modelo nació de la danza, pero su aplicación pronto se trasladó a una atención muy centrada en la persona y fue desarrollado por el fisioterapeuta suizo Frank Hatch en la década de 1970. “Si analizamos cómo nos movemos, podemos entender cómo ayudar a moverse a otra persona que no puede hacerlo por sí sola”, explica Mercedes Fernández.
La especialista comienza sus talleres pidiendo a los participantes que sean conscientes de lo que hacen y sienten cuando se ponen en pie. “Todos nos inclinamos hacia adelante y eso mismo tiene que hacer una persona a la que ayudemos a realizar ese movimiento. Sin embargo, la tendencia es intentar que lo haga en dirección al techo, en la vertical, y eso es imposible. Yo suelo decir que eso es un deporte olímpico o hacer sentadillas”.
Otro aspecto importante que hay que tener en cuenta es la velocidad. “Siempre vamos muy rápido y eso hace que nos hagamos daño y que la otra persona no entienda de qué va la actividad -explica-. Por eso, es fácil que perciba agresividad y que pegue a su ayudante como mecanismo de defensa. Con sólo dedicar diez segundos más a ayudarle a ponerse una camiseta, el resultado cambia totalmente”.
La Kinaesthetics se encuentra implantada en todos los centros sanitarios y sociosanitarios de Alemania y Suiza y forma parte del grado de Enfermería. Cuando Mercedes Fernández acabó su formación de terapeuta ocupacional en España, se fue a trabajar dos años a Alemania y entró en contacto con este concepto en un hospital de daño cerebral.
“Los pacientes eran enormes y no había apenas grúas para sacarles de la cama, que es lo que yo había visto aquí que se empleaba, pero allí se hacía de una forma diferente”, indica.
Actualmente, se dedica a impartir clases a personal de colegios de educación especial, asociaciones que atienden a persona con distintas discapacidades, residencias de mayores y centros de rehabilitación neurológica. “Lo más bonito es cuando puedes ayudar a las familias”, sostiene.
Mercedes Fernández asegura que la técnica es muy sencilla y que se puede llevar a cabo con unas pocas pautas. “A veces, los familiares mueven a sus seres queridos con mucho cariño pero sin saber cómo hacerlo, y sin querer lo hacen demasiado rápido o de forma inadecuada y les causan daño. De esta manera, aprendes a proteger tu cuerpo, para no lesionarte tú tampoco, y la persona a la que ayudas se mueve de forma más natural”.
La mayoría de las demandas de formación le llegan desde Cataluña y El País vasco. “Kinaesthetics propone un paradigma muy diferente de la manera actual de atender a las personas y hay que estar predispuestos a los cambios”, concluye.