La maravillosa alianza entre los poetas y el grupo teatral Entre Sombras de Arcadia, con el personal proyecto Versonoros de Héctor Castellanos y Nicolás Mora, ha brindado al público reunido en La Catalítica una preciosa tarde en la que, bajo el epígrafe de "Con-versos", la música y la palabra se han entrelazado como una única conexión. El taller literario impartido por Paco Grasa ha planeado de manera sutil y envolvente por todo el espacio, sumando una dimensión especial al evento, enmarcado en la IV Movida Arcadia.
"El humo que rodea a la salud mental no impide ver las llamas. La palabra como principio. Reconocer e ignorar las palabras que no curan. Crecer en el diálogo. Bajo este epígrafe, queremos desarrollar nuestra acción, con principios y argumentos", ha explicado Paco Grasa, el primero en intervenir.
"¿Quién no forma parte del cuento, aunque sea un bosque que observa?" Con esta reflexión, ha señalado cómo el fake y un mundo polarizado no escapan a una salud mental cada vez más sujeta a la manipulación y la banalidad. Se ha reivindicado al poeta, al profeta y al loco, haciendo referencia al Simón de Buñuel y a Víctor Mira. "Palabra balbuciente hoy en el mismo desierto de guerra y sangre. ¡Allí sí que está la locura!"
Paco Grasa ha expresado que la creación artística ns proporciona conocimiento, clarividencia y libertad, para añadir que la palabra y el diálogo son necesarios para construir narrativas de salud. Además, ha mencionado que, con este espectáculo, se pretendía dar voz a sus protagonistas a través de los versos.
Paco Grasa ha explicado que la narrativa y la poesía son algunas de las expresiones creativas más compartidas en Arcadia. Como ejemplo, la tarde de este jueves, con textos inspirados en la parte más poética de Arcadia Laboral, realizados en el taller de creación literaria. Se trata de narrativas imaginarias que incluyen poemas propios de Fernanda, Ángel e Irene, en un trabajo coral con Josefa y Sara, proyectado hacia el futuro con Marcla y otras voces.
Héctor Castellanos ha dirigido la actuación y ha combinado las intervenciones de sus compañeros con los textos que él mismo ha recitado. Castellanos, con percusión, y Nicolás Mora, a la guitarra, han puesto música a las palabras de sus amigos y estos, a su vez, han reforzado con coreografías algunos de los poemas que se han escuchado.