La vigilia de la Inmaculada Concepción llena de emoción la Catedral de Huesca con el Tota Pulchra

Esta tradición celebra su décimo aniversario como Bien de Interés Cultural en un acto prenavideño muy consolidado

Mercedes Manterola y Myriam Martínez
07 de Diciembre de 2024
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Lleno para ver el Tota Pulchra en Huesca

La Catedral de Huesca se ha visto nuevamente abarrotada de fieles, como es tradición cada 7 de diciembre. La ocasión ha sido especial, pues el Tota Pulchra, himno dedicado a la Inmaculada Concepción, ha vuelto a elevarse en sus altísimos muros, en un acto que conmemora diez años desde que fuera declarado Bien de Interés Cultural Inmaterial por el Gobierno de Aragón. Un momento que la ciudad ha esperado con fervor y que, como en siglos pasados, ha reunido a lo más representativo de la comunidad oscense.

Este 7 de diciembre, la vigilia de la Inmaculada Concepción ha brillado con fuerza, transportándonos a un legado musical que comenzó en el siglo XV, cuando, según el “Consueta Oscensis”, el Tota Pulchra se incorporó a la liturgia oscense. De aquella época se conserva, además, el testimonio del voto hecho en 1450, cuando una peste asoló la ciudad y sus instituciones pidieron la protección de la Virgen Inmaculada. Desde entonces, ese voto ha perdurado, renovándose año tras año, y siendo parte integral de la vida religiosa de Huesca.

 Vicente Jiménez Zamora ha presidido una ceremonia. Foto Mercedes Manterola
Vicente Jiménez Zamora ha presidido una ceremonia. Foto Mercedes Manterola

Monseñor Vicente Jiménez Zamora, administrador apostólico de la diócesis, ha presidido una ceremonia cargada de emoción. A su lado, el claustro de profesores del Instituto Ramón y Cajal, heredero de la antigua Universidad Sertoriana de Huesca, así como la corporación municipal y el cabildo catedralicio, se han unido para recordar ese vínculo inquebrantable entre la ciudad y la Virgen.

La celebración del Tota Pulchra ha contado con la participación de la coral de la capilla de música de la Catedral de Huesca y el coro Ars Musicae, acompañados por una orquesta formada por músicos oscenses. Las interpretaciones han sido realzadas por las voces solistas de Marina Lansac y Alejandro Escuer, bajo la magistral dirección del profesor José Vicente Pardo Bellido, del Conservatorio de Música de Huesca, quienes han logrado emocionar a los presentes con una ejecución impecable.

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La interpretación del Tota Pulchra, himno tomado del Cantar de los Cantares y que refleja la belleza inmaculada de la Virgen, ha hecho vibrar los corazones presentes. La pieza, compuesta por Giovanni Cesare Aldega, con su manuscrito preservado en el archivo de música de la catedral, ha dejado una huella profunda en la memoria colectiva de Huesca. Pero el acto no ha terminado allí: los ecos del ‘Ave, Maris stella’ y el ‘Salve Regina’, este último interpretado en la versión de Hilarión Eslava, han continuado envolviendo el recinto con la solemnidad que exige el rezo a la Virgen.

Imagen de la celebración en la Catedral de Huesca. Foto Mercedes Manterola
Imagen de la celebración en la Catedral de Huesca. Foto Mercedes Manterola

Para culminar esta conmemoración, el himno universitario ‘Gaudeamus Igitur’ ha resonado en los pasillos de la catedral, un guiño a la historia académica y a la vitalidad de Huesca, que en la actualidad sigue celebrando con orgullo este acto profundamente arraigado en sus tradiciones.

De esta manera, la ciudad ha rendido homenaje a la Virgen Inmaculada, reafirmando una vez más su devoción y su historia compartida. Un acto de fe, sí, pero también de cultura, de memoria, y de amor por lo que nos une.

MAZAS REHABILITADAS

El Ayuntamiento de Huesca ha rehabilitado las mazas que acompañan a la Corporación Municipal en las procesiones de días solemnes. Coincidiendo con la celebración del Tota Pulchra, los maceros que junto con clarines y timbales acompañan a los corporativos, han portado las mazas recién restauradas por la empresa Custodiarte.

Una de las mazas data de 1799 y está elaborada en plata y plata dorada. La segunda, es de 1875 y fue confeccionada en metal blanco.

Los técnicos del taller de restauración las han limpiado, han quitado las soldaduras y han procedido a ajustarlas tras desmotarlas para estas tareas.

Las mazas serán expuestas de forma permanente en el antiguo salón de plenos, con la excepción de las solemnidades del Consistorio en las que sean utilizadas.

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