Nuria Turmo y Sara Palacino, de la agencia de publicidad La Colmena, ha ofrecido una charla en Huomantech en la que han reivindicado con su ejemplo que se puede trabajar desde Huesca y llegar a todo el mundo. “Desde un sitio pequeño se pueden hacer cosas grandes”, ha señalado.
“Cómo crear una comunidad sonora y creativa” ha sido el título de su charla, en la que ambas han repasado la evolución de esta agencia creativa desde sus orígenes. Habían salido a estudiar fuera y decidieron volver a Huesca, porque “no todo tiene que estar en las grandes ciudades” y, como han destacado, “podemos inventarnos nuestro propio puesto de trabajo”.
Se juntaban en la casa de Nuria Turmo, en bares, compartían clientes y, al mismo tiempo desarrollaban sus trabajos como autónomos. Comenzaron con bodas ofreciendo alternativas diferentes y crearon “algo parecido a La Colmena”. El siguiente paso fue compartir espacio en su primer estudio, convertidos ya en una agencia. “Decidimos cuestionarnos las formas de hacer las cosas, no empezar en una gran agencia para luego crear la propia. Fue al revés, encontramos nuestro método y decidimos montar La Colmena como agencia”, ha explicado Turmo.
“Somos muy de crear y sobre todo, más de hacer que de azar”, es su filosofía de trabajo. Ahora, también se han introducido en Madrid, en un espacio con varias empresas creativas.
Hace siete años, cuando empieza a despuntar con sus resultados, la SD Huesca, decidió hacer una campaña de abonados diferente. “Nosotras ya desarrollábamos pequeños trabajos con ellos y decidimos lanzarnos a la piscina y decirles que sí. La mayoría no teníamos ni idea de fútbol, y eso fue bueno para nosotros porque nos hizo comunicar el fútbol de otra manera”, ha considerado Turmo.
Como ha expuesto Sara Palacino, “el fútbol es nuestro nacimiento, ha sido nuestro recorrido y nos ha servido para experimentar”. Ha realizado un recorrido por su trabajo con la SD Huesca, desde la primera campaña de socios bajo el título “Ponemos el corazón”, aludiendo a las emociones y los sentimientos, con la que se consiguió llegar a 14 países y 40 millones de impactos, que convirtió a Huesca en “un referente de comunicación en La Liga”.
Ya en Primera División la campaña se dirigió a combatir que en El Alcoraz "no se animaba, que parecía un funeral”, por lo que alentaron a los aficionados a dejarse la voz regalándoles unas pastillas contra la afonía. Con el descenso, cogieron la bandera de la despoblación e hicieron juego de palabras “El campo sin reblar”. Siguieron innovando en los carteles, por ejemplo, los primeros en los que se homenajeaba al rival, que les llevó a ser premiados; han sido los primeros en utilizar también como soporte los brazaletes; y el Huesca fue el primer equipo de fútbol de España que ha trabajado con la Inteligencia Artificial.
Con sus proyectos han conseguido ser referencia en publicidad “porque cuando decimos que hemos nacido, hemos crecido y hemos experimentado, es verdad”, ha afirmado Sara Palacino.
“Mucha gente nos ha dicho: ¿pero qué vais a hacer desde Huesca?, no se puede. Los noes de nuestra vida los hemos convertido en on”, ha añadido Palacino antes de mostrar la campaña que llevó a la carrasca de Lecina a ser Árbol Europeo del Año con la mayor cifra de votos en sus 11 ediciones. “Este proyecto representa muy bien lo que somos aquí”. Citando a Eduardo Galenano, ha señalado emocionada: “Somos gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas que puede cambiar el mundo”. Y el futuro está claro, “seguir abriendo horizontes”.