La licenciada y doctora en Ciencias de la Información Elena Bandrés advierte de la importancia que tienen los datos que incorporamos y compartimos a través de nuestros dispositivos tecnológicos porque todos ellos contribuyen a alimentar la Inteligencia Artificial y, por lo tanto, influyen en su perspectiva de género.
Bandrés, miembro de la asociación Periodistas por la igualdad y Máster en Relaciones de Género, ha abordado en el segundo congreso Huomantech el impacto social de la IA, donde, según ha prevenido, "no todo el monte es orégano".
La especialista ha planteado desde el primer momento cuál es el papel que juegan las mujeres en la Inteligencia Artificial, de la que ya comenzó a hablar en los años 70 John MacCarthy y después un buen número de nombres masculinos. "Como veis, la IA sólo tiene padres", ha comentado tras mostrar un cuadro con fotografías sólo de hombres.
Ha recordado, por otro lado, el peligro de hacer un mal uso de esta herramienta y se ha referido al caso de 13 menores de Utebo, que sirviéndose de ella crearon unas fotografías de compañeras de su clase, a cuyos rostros añadieron cuerpos desnudos. Unos hechos similares se produjeron también en Almendralejo. "Cualquier persona con dos neuronas conectadas puede cometer un acto criminal", ha denunciado.
Por otro lado, Elena Bandrés ha manifestado que la sextorsión está aumentando en medio de los desnudos generados con Inteligencia Artificial. "Es una epidemia que hay que plantearse, ya sabemos cuáles son las víctimas".
"Las mujeres no estamos reflejadas en la Inteligencia Artificial", ha indicado, para instar también a "eliminar los sesgos" de todo tipo que existen. "Está demostradísimo por la neurociencia que el lenguaje conforma la realidad", ha afirmado, para recalcar después que, si no se incluye el femenino, no habrá referentes para las mujeres del mañana.