Esta tarde ha visto la última luz en Benasque María Teresa Llanas Colomina, que durante una buena parte de sus 93 años ha formado parte de una saga de pioneros y ejemplares excelentes de la hospitalidad en el más amplio de los sentidos, ya que con sus apellidos y el común nexo de Valero (una marca indeleble por brillante) han firmado una página de oro en el turismo del valle y de toda la provincia.
María Teresa Llanas, montañesa de fuerte carácter y espíritu afable, ha resistido hasta el último hálito a los embates de la tercera edad y, de hecho, ha prolongado su estancia en este valle de lágrimas hasta que un ictus traicionero ha acabado con su singladura vital. María Teresa estuvo felizmente casada con Juan Sopena, con quien compartió hogar y también hoteles junto a toda la familia.
Arrancó su oficio de la amabilidad en el Hotel Benasque, y de ahí transitó hacia el Balneario de los Baños de Benasque. El grupo se consolidaba y crecía, al igual que la familia, en la que María Teresa y Jorge asumían pronto responsabilidades. María Teresa daba sus últimas órdenes y se remangaba en el Hotel Aneto, desde donde saltó a la jubilación.
En realidad, independientemente de los avatares de la vida, siempre mantuvo su mente y su espíritu en este hotel. "Mi abuela era muy echada para adelante, todo el mundo la conocía y la quería porque tenía, sobre todo, una gran vocación de servicio", asegura su nieta María Gil. Trabajadora que no entendía el cansancio como pretexto, hasta el último momento preguntaba a sus descendientes por el Aneto, cuántas comidas habían dado, qué previsión de desayunos y cuántas habitaciones estaban ocupadas. Ahora, con la familia centrada en el Hotel el Pilar, su interés se perpetuaba hasta que el ataque cerebral ha decidido enviarla con Juan Sopena.
Es el punto y final a una generación de grandes hosteleros cuya cultura del acogimiento ha hecho del valle de Benasque un referente en España. Ayunos de su presencia, pero enriquecidos por la sabiduría transmitida, quedan las nietas y los cinco bisnietos, ya con edades que permiten valorar el ser de luz que el sábado será despedido a las 11 de la mañana en la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Benasque. Y lo hará con el cariño y los honores que merece tan magna hoja de servicios. Descanse en paz María Teresa Llanas Colomina.