
Mira orgulloso San Jorge. Ahí abajo no hay sarracenos. No necesita el caballo ni la lanza. Puede descansar. Las gestas de hoy son los frutos de ayer. Y siempre con su cruz que es nuestra cara.
1/7

105 x 70 metros. En este terreno, se disputan las justas de la modernidad. Once contra once. Un árbitro y dos líneas. Y sobre este escenario, las miradas y las voces de 9.128 asientos ocupados por la fascinación.
2/7

El teatro tiene su grada alta. Desde ella, se mantienen los referentes. El templo, la oración, la naturaleza, las personas. Comunión y comunicación.
3/7

Todo cuanto sé con mayor certeza sobre la moral y las obligaciones de los hombres, se lo debo al fútbol (Albert Camus). Valores sobre valores.
4/7

Hablando se entiende la gente. Y es que el fútbol es la única religión que no tiene ateos (Eduardo Galeano)
5/7

Años de historia, de lucha y sudor Tus futbolistas son hombres de honor. Miles de oscenses vibraron por ti para traerte hasta aquí. El faro de Huesca, la luz que alumbra las ilusiones de una tierra.
6/7

Siempre puerta grande. Exprimido hasta el último resuello, afónicas las gargantas, cumplido el deber, tarde o temprano todo llega. A la gloria por el arco más enhiesto.
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Mira orgulloso San Jorge. Ahí abajo no hay sarracenos. No necesita el caballo ni la lanza. Puede descansar. Las gestas de hoy son los frutos de ayer. Y siempre con su cruz que es nuestra cara.
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105 x 70 metros. En este terreno, se disputan las justas de la modernidad. Once contra once. Un árbitro y dos líneas. Y sobre este escenario, las miradas y las voces de 9.128 asientos ocupados por la fascinación.
2/7

El teatro tiene su grada alta. Desde ella, se mantienen los referentes. El templo, la oración, la naturaleza, las personas. Comunión y comunicación.
3/7

Todo cuanto sé con mayor certeza sobre la moral y las obligaciones de los hombres, se lo debo al fútbol (Albert Camus). Valores sobre valores.
4/7

Hablando se entiende la gente. Y es que el fútbol es la única religión que no tiene ateos (Eduardo Galeano)
5/7

Años de historia, de lucha y sudor Tus futbolistas son hombres de honor. Miles de oscenses vibraron por ti para traerte hasta aquí. El faro de Huesca, la luz que alumbra las ilusiones de una tierra.
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Siempre puerta grande. Exprimido hasta el último resuello, afónicas las gargantas, cumplido el deber, tarde o temprano todo llega. A la gloria por el arco más enhiesto.
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