Recarga de energía en la zona del altar, visión de la vida pasar, sensaciones extrañas, mediciones que demuestran efectos paranormales, anomalías electromagnéticas que provocan desorientación de las brújulas... La ermita de San Benito de Orante constata científicamente presencia humana de hace 14.000 años (piedras que tuvieron su utilidad como cuchillos), hitos hace 8.411 (el círculo de piedras) y 4.980 años (la huella de los sumerios con la entrada en marzo del sol coincidiendo con el equinoccio. Cuando Sancho Garcés quiso crear una red de templos benedictinos en esta zona entre Jaca y Sabiñánigo, Orante fue el centro. Y, con él, la confluencia de enigmas en torno a las emociones del ser humano en su vocación de trascendencia. Con el dron de DRONNEA, sobrevolamos el misticismo.